La aplicabilidad de la psicología social en la práctica profesional está focalizada en la solución de problemas diversos, atravesados: por lo social, lo histórico, lo cultural y lo psicológico. El objetivo de la intervención es promover el bienestar y atender las necesidades o problemas sociales que afectan a ciertos grupos sociales o comunidades en determinado contexto. Son diversos y complejos los contextos de intervención psicosocial: el trabajo, la educación, la política, la salud, la salud mental, el ambiente, el ocio, el sistema penal y jurídico, la familia y pareja o la comunicación son sólo algunos de los ámbitos en los que el psicólogo o psicóloga social puede intervernir, de preferencia acompañado de otras disciplinas, con el objeto de comprender mejor el problema social.